¿Gripe en el verano?
En el verano, hay muchos factores que nos predisponen. El calor, que incrementa la temperatura corporal, la sudoración y la poca ingesta de agua, aunados al estrés que causa en sí mismo el calor, además de las asoleadas y las desveladas, los cambios abruptos de temperatura y los ambientes altamente húmedos. Todo esto provoca que se debilite nuestro sistema inmune. Y entonces muy fácilmente caemos en las garras de una infección respiratoria.