LACTANCIA MATERNA

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Como principio de una vida saludable

La lactancia humana es sustento de vida.

Desde que la mujer se embaraza, su cuerpo experimenta toda clase de cambios bioquímicos. Es extraordinario que antes del alumbramiento, sus glándulas mamarias comiencen a producir el alimento qué permitirá que su hijo se adapte a su entorno una vez que nazca. La lactancia materna permite qué el nuevo bebé se nutra y se proteja contra las agresiones del medio ambiente. Principalmente proporciona a través del calostro, la primera emisión de sustancias que precede a la leche materna, una cantidad importante de anticuerpos que pertenecen a la madre. Algunos especialistas aseguran qué en una proporción puede ser considerada una forma de inmunización para el recién nacido.

Pero los mitos de la lactancia desaniman sobre todo a las madres primerizas con temas que la inexperiencia agrava, como por ejemplo «dar pecho duele mucho», pero cuándo la técnica de lactancia es adecuada, puede ser una experiencia placentera y de enorme beneficio para la madre y el bebé.

Una madre puede producir a diario de 7 a 120 mililitros de calostro en los primeros días después del parto, pues la glándula mamaria segrega esta sustancia rica en nutrientes, vitamina A y combinaciones de vitamínicos, independientemente del peso de su niño y de su necesidad nutricional.

Un dato interesante es que el calostro tiene el sabor del líquido amniótico, lo que resulta familiar al recién nacido, que ya está acostumbrado a probarlo, pues durante todo el período fetal estuvo en contacto con él.

Al nacer el recién nacido experimenta sentimientos de seguridad pues percibe que existe una continuidad entre lo que lo alimentó y la nueva vida que le aguarda.

Por eso debe revelarse a cada futura mamá lo valioso que es decidirse por la lactancia materna como un principio de vida, pues si opta por ella, proporciona importantes factores protectores que el organismo no es capaz de producir hasta el tercer mes de vida. Su función es la de proteger las paredes del intestino y el aparato respiratorio de los ataques de los microorganismos dañinos, neutralizando también sus toxinas.

Es un escudo que se refleja en un bebé sano y con peso adecuado en el arranque de la vida. Por ello debe educarse a todos sobre la importancia de alimentarse pronto con este líquido precioso, pues para el bebé es la mejor bienvenida al mundo y un signo de amor que marca su desarrollo de forma permanente.

Si tienes dudas… ¡Pregúntale a tu médico familiar!

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