El cuerpo humano es un ejemplo de perfecta sincronía, se adapta a su entorno y cambia por las influencias externas. Sin duda el corazón es el ejemplo más extraordinario de cómo funcionamos y lo fuerte que somos como individuos. ¿No te sorprende saber que pertenece a un sistema que opera con una perfecta armonía?
Un corazón comienza a regularse, sincronizarse y late al ritmo de la música que una persona escucha. Esto podría ser bastante beneficioso para la salud cardíaca, pues la música podría ayudar a mantener el corazón saludable y en forma, junto con el ejercicio, la meditación y ocho horas de descanso, prolongando la calidad de la salud cardiaca.
Pero no es todo sencillo tratándose de este órgano vital, pues el Instituto Nacional del Corazón, Pulmón y Sangre (National Heart, Lung and Blood Institute, NHLBI), determinó tras varios estudios, que el «Síndrome del corazón roto» existe y es una condición mortal. Es decir, el corazón duele, aunque no en la interpretación clínica, tras una debacle emocional del individuo. El estudio citado reveló que en situaciones de duelo o inmediato a una tragedia, el corazón podría presentar falla muscular, con síntomas similares a los de un infarto, aun cuando la condición no es la misma.
A la par de este estudio se sabe que, aunque se dice popularmente que «nadie muere de amor», sí se ocasiona un daño sistémico a la salud por efecto de una ruptura emocional que lleva al individuo al borde de la muerte.
También se comprueba que la ayuda emocional, el acompañamiento y las actividades reducen el riesgo de prolongar el efecto dañino, que principalmente se presenta con una serie de datos como dolor en el pecho, dificultad para respirar y otros más severos.
Es increíble que a pesar de sucesos dolorosos el corazón resista y es por eso el prodigio de vida en el cuerpo. Tan solo hablando de las mujeres, este músculo se adapta a condiciones extraordinarias, pues pasa por una serie de cambios con el embarazo. Un ejemplo es que una mujer en etapa gestacional adapta su corazón para bombear el doble de sangre que impulsa normalmente cuando no está embarazada. Como resultado, el corazón crece un 12% mientras se desarrolla su hijo, y, hasta el nacimiento de éste sigue funcionando con eficacia por dos.
Además, muchos otros eventos demuestran que el corazón es un principio de vida que puede cuidarse con una visita regular al médico, sana alimentación; a través de una dieta balanceada, ejercicio físico, la convivencia y mucho amor.