Es necesario tomar conciencia de la enfermedad, recordar que no se cura, solo puede controlarse y no existen remedios mágicos, solo tratamientos médicos.
Sobre todo, hay que recordar que la lucha contra la diabetes comienza antes del diagnóstico, con un estilo de vida saludable. Esto se refiere a dejar los excesos, comer con medida y que sean platillos balanceados, hacer ejercicio regularmente, procurar echarse a dormir desde antes de la medianoche, levantarse temprano, beber suficiente agua, controlar los niveles de estrés, etc.
En el verano, hay muchos factores que nos predisponen. El calor, que incrementa la temperatura corporal, la sudoración y la poca ingesta de agua, aunados al estrés que causa en sí mismo el calor, además de las asoleadas y las desveladas, los cambios abruptos de temperatura y los ambientes altamente húmedos. Todo esto provoca que se debilite nuestro sistema inmune. Y entonces muy fácilmente caemos en las garras de una infección respiratoria.
En el verano, hay muchos factores que nos predisponen. El calor, que incrementa la temperatura corporal, la sudoración y la poca ingesta de agua, aunados al estrés que causa en sí mismo el calor, además de las asoleadas y las desveladas, los cambios abruptos de temperatura y los ambientes altamente húmedos. Todo esto provoca que se debilite nuestro sistema inmune. Y entonces muy fácilmente caemos en las garras de una infección respiratoria.